
Ser mujer hoy en día… ¿O debería decir, ser súper-mujer?
Hace poco vi un post en un grupo para mujeres que decía “Busco personas con ojeras, machas, cicatrices, celulitis, etc… ¡es para quitárselos!”
Les cuento que, la verdad, me sentí desconcertada.
Lo primero que se me vino a la cabeza casi que instintivamente fue: “¡¡Yo!! ¡¡Yo soy una de ellas!! ¿Cómo la contacto?”. Luego de que pasaron unos segundos post-automatización, volví a releer la convocatoria y pensé “¿Y quién no?”. ¿Qué mujer en este planeta no tiene manchas, celulitis, cicatrices, ojeras o arrugas? Aquella que se atreva a decir yo, desafía todas las reglas de la naturaleza, de la evolución, del ciclo natural de crecimiento y envejecimiento, las leyes de gravedad y todos los demás principios involucrados en ser una persona en su condición de mortalidad e imperfección.
Mas sin embargo, esto es lo desconcertante.
Que -aunque la sociedad hoy en día nos exige aspirar a un ideal de belleza, de “salud” y de perfección que es imposible de alcanzar física, matemática y humanamente- muchas de nosotras, atrapadas en este deseo de pertenecer, destacar, o tan solo ser vistas, tener un lugar y sentirnos amadas, caemos en esta trampa utópica de ser la “SÚPERMUJER”.
No solo debemos ser perfectamente bellas (sin evidencias de haber disfrutado de la vida riendo un montón, ni arrugas y cicatrices que nos cuenten historias de sabiduría, aprendizajes y guerras vividas), sino también debemos ser delgadas y esbeltas, pero ahora en esta moda de la nueva era, también “fit” (que nada se mueva, que nada se caiga, que ni un huequito de celulitis se vea), y no conformes con esto, debemos ser las mejores y más perfectas madres, trabajadoras, esposas, amigas, emprendedoras, estudiosas, y en resumen, las más perfectas, incansables y súper exitosas hacedoras en cada uno de nuestros roles.
¡Qué fuerte!
¿No?
No pretendo atacar a nadie, cada mujer está en su libre decisión de hacer consigo misma y con su cuerpo lo que quiera.
Es tan solo una invitación a que paremos un segundo antes de comer entero, que hagamos una pausa y reflexionemos…
Yo misma caigo día tras día en este ritual ilógico e irreal de auto-perfeccionamiento, vivo cansada de no ser como “esa súper-mujer de la valla”. Me he matado en regímenes alimenticios, de ejercicio, de estudios, y demás, es decir, he violentado mi relación conmigo y todo para exigirme algo que no es humanamente posible. Eso es todo lo que quiero hacer, una invitación a que re-pensemos y re-signifiquemos lo que hoy en día significa ser “Mujer” y que comprendamos que esa mujer de la valla, está precisamente allá arriba porque no podría estar aquí en la tierra con nosotras, pero igual en cualquier momento también bajará de allí.
¿Te quieres adelgazar un par de kilos?, está perfecto; ¿quieres sentirte Bella y hacerte unos procedimientos estéticos?, está perfecto; ¿quieres aprender idiomas, tener especializaciones y trabajar como loca porque te apasiona?, ¡esta perfecto!
Solo revisa:
1) Desde dónde viene tu motivación: si es desde la pasión o el propósito (te hace sentido hacerlo, es bueno para ti y te emociona enormemente porque tiene un fin más allá) o desde el miedo a _______ (no ser suficiente, no valer, no sentirte digna de amor… éstos son ejemplos, rellena este espacio con lo que te atemoriza a ti);
2) Mira si la barra con la que te estás midiendo a ti misma y al resto de nosotras es muy alta, casi utópica, o si es real y puede ser alcanzada.
3) Si la barra está muy alta, modifícala, pon la barra donde la tengas que poner para sentirte a tu gusto con tu ser. No pasa nada si la bajas. Bajarla no implica “conformarte” o “ser mediocre” o “no aspirar a…”. NO. Bajarla implica ser tan amorosa, compasiva y humilde contigo misma que te permites aceptar lo límites de la existencia y tu condición de humana, perfectamente imperfecta.
4) Mírate al espejo, eres hermosa; una guerrera dulce, apasionada y valiente. Así que mírate, trátate y abrázate como la asombrosa mujer que eres, como esa mujer que sin querer serlo, es una SÚPER MUJER, básicamente, porque ES!!
5) Si esto no te gustó, no aplica para ti o no te conectó, no pasa nada, sigue tu vida y vívela, solo no ataques o demerites a quien si le resuena.
6) Y si a ti te movió, te conecto o te hizo sentido, lo que necesites en este camino, tienes una comunidad de mujeres dispuestas a estar contigo, apoyarte, motivarte, consentirte y quererte.
¡Seamos comunidad!
Digamos Sí a la Mujer, tal cual es.
Para cualquier cosa, aquí estoy, ya saben dónde encontrarme.
